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Juguetes
Los juguetes con los que sueñan los niños pueden ser peligrosos: piezas pequeñas, diseño erróneo, materiales tóxicos o inflamables... La OCU lucha para conseguir unos requisitos de seguridad cada vez más exigentes, así como para mejorar los sistemas de control y retirada del mercado de los más peligrosos.
En particular, exigimos más controles tanto para los solventes como para las otras sustancias nocivas presentes en los juguetes.
La edad indicada debería ser siempre para menores de 3 años, que es el uso más frecuente. Y como la directiva exige condiciones más estrictas a los juguetes para niños menores de 3 años, los fabricantes deberían adecuar el producto a las exigencias legales en vez de evitarlas, escudándose en falsas indicaciones.
Las cantidades permitidas de disolventes peligrosos deben ser más precisas. La directiva sólo dice que ninguna sustancia peligrosa puede estar presente en un juguete en tal cantidad que implique un riesgo para la salud del niño.